Mi orquídea no florece.
Las respuestas que damos a las preguntas tienen carácter general. Para conocer las necesidades particulares de cada especie de orquídea visite la página: Tipos de orquídeas.
¿Su orquídea no florece de nuevo?
Esta es, sin duda, una de las preguntas más habituales que la gente poco iniciada suele plantearse cuando su orquídea no florece de nuevo.
Muchas personas reciben como regalo una orquídea con una esplendorosa floración pero, pasado el tiempo, la planta parece dispuesta a no echar de nuevo flores pese a que la han cuidado y estar en buen estado, con unas hojas verdes y sanas.
¿Cuáles pueden ser los motivos?
Las orquídeas tienen unos ciclos vitales como todos los organismos vivos. Tras un período de floración suele seguir otro de cierto reposo vegetativo. No obstante, el que vuelva a florecer pasado un tiempo dependerá de algunos factores que debemos conocer.
Veamos las causas posibles de que la orquídea no florezca:
1º) Las Condiciones de luz
Si recibe poca luz, la planta no desarrollará nuevas flores.
Especialmente en primavera es cuando la planta debería recibir más luz y durante más tiempo ya que los días se alargan. Este es un elemento clave para la estimulación floral y, por tanto, debemos asegurarnos que la planta está en un lugar que sin darle el sol directo, recibe una buena iluminación natural. Es también en primavera cuando se dan las condiciones de cambio de temperatura que actúan de estimulante de la floración como veremos después.
Hay orquídeas como la Phalaenopsis que pueden florecer más de una vez al año si tienen las condiciones idóneas. No obstante, lo más habitual en la mayoría de las especies más comunes que tenemos en casa (phalaenopsis, oncidiums, dendrobiums, etc.), lo hagan una vez al año iniciando el proceso de producir las varas florales coincidiendo con el cambio de estación (finales de invierno a inicios de primavera).
En el caso de la phalaenopsis necesitaremos para estimular la floración alrededor de un mínimo de 10.000 – 12.000 lux. Si disponemos de esta luz, la orquídea notará además el alargamiento de horas de luz solar durante la primavera lo que constituye un elemento esencial para su adecuada floración.
Varas florales a inicio de su deasarrollo:
2º) Nutrientes.
Como todo ser vivo, las orquídeas necesitan nutrientes para desarrollarse. Si la planta no recibe abono suficiente cuando empieza el período activo (después del período de reposo, normalmente a finales de invierno, inicio de primavera), la planta no desarrollará varas florales o éstas no se desarrollaran suficientemente. Utilice sólo abonos especiales para orquídeas y siga las instrucciones del producto.
Aconsejamos también la utilización (a inicio del período vegetativo) de bioactivadores de la floración. Se trata de productos que suelen contener un complejo de aminoácidos y vitaminas (B1, B2, B12, B6, K3, etc.) y se aplican en forma de vaporización sobre las hojas y tallos, nunca sobre las flores si ya están presentes.
3) El cambio de temperatura.
Es uno de los elementos críticos en la floración y que normalmente la gente desconoce. Las orquídeas necesitan para iniciar el ciclo de floración un cambio de temperatura entre el día y la noche de unos 10º C. Las temperaturas idóneas en la mayoría de especies se situarían en unos 10-12º C. por la noche de mínima y unos 20 a 25º C. de máxima por el día. Esta diferencia de temperatura es uno de los factores principales para la estimulación de la floración. Deben evitarse, pero, temperaturas inferiores a los 10 ºC. y superiores a los
30º C. Las orquídeas, originarias en su mayor parte de climas y ambientes tropicales, no tolerarán temperaturas por debajo o por encima de los niveles señalados por lo que deberemos tomar las medidas oportunas.
4) Enfermedades.
Finalmente, si la orquídea no florece, puede deberse también a que padece alguna enfermedad. Examine su planta e intente encontrar síntomas de la presencia de hongos, insectos u otros.
Visite nuestra página: Enfermedades para mayor información.
En algunas ocasiones es difícil diferenciar cuando la planta (especialmente en el caso de la Phalaenopsis) está produciendo una nueva raíz o una vara floral. Ambas en su inicio aparecen en la base del tallo en forma de una protuberancia que progresivamente va creciendo. Normalmente, pueden diferenciarse en que si se trata de una raíz suele tomar un color verde uniforme en su punta (zona de crecimiento) y gris en el resto (cuando están secas o antes de regar) siendo su textura lisa. Si son raíces tenderán a inclinarse hacia abajo, aunque muchas de ellas, si logran encontrar un soporte (ver fotografía siguiente) pueden utilizarlo de guía y crecer hacia arriba.
Por su parte, las varas florales siempre presentaran un color consistente que varía del verde claro al marrón oscuro (dependiendo del color de la flor), su crecimiento es vertical (siempre hacia arriba) e iremos observando que su textura no es lisa como en la raíz sino que irá produciendo pequeñas protuberancias regularmente (a modo de nudos). Algunos de estos nudos luego generan las diferentes ramas.
1º - Ubique a su orquídea en un lugar con mucha luz pero sin darle el sol directo. De todas formas consulte las necesidades específicas de cada especie.
2º - Utilice después del período de reposo (normalmente a finales de invierno, principio de primavera) abonos específicos para orquídeas (tanto para el agua de riego como en vaporizaciones foliares). También recomendamos emplear bioactivadores de la floración que encontrará en su centro de jardinería.
3º - Asegúrese que en el lugar donde se encuentra su orquídea, después del período de reposo, presenta unas diferencias de temperatura suficientes (en torno los 10º C.) entre el día y la noche sin llegar las mínimas a menos de 10º C.
4º - Asegúrese de que su planta no presenta ninguna enfermedad o ataque de hongos, insectos, ácaros u otros. En tal caso tome las medidas oportunas.
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